Del 6 al 10 de enero de 2025, los frailes de la Provincia Filipina de San Pedro Bautista se reunieron en el Centro de Renovación Poggio Bustone en Botolan, Zambales, para realizar sus ejercicios espirituales anuales, dedicando cinco días a la oración, la fraternidad y la renovación espiritual. Este año, el tema de los ejercicios fue: “Caminando juntos en la sinodalidad como peregrinos de esperanza para toda la creación”, lo cual suscitó una profunda reflexión sobre la misión de los frailes en medio de los desafíos del mundo moderno.
Los ejercicios comenzaron el 6 de enero con el Oficio de Lecturas y el discurso de bienvenida de Fr. Joe Litigio OFM, Guardián del Centro de Renovación. Fr. Cielo Almazán OFM, responsable de la formación permanente, ofreció una orientación que introdujo el tema y los objetivos del retiro. El día culminó con una Misa vespertina celebrada por Fr. Baltazar Obico OFM, que hizo hincapié en los principios fundamentales de la sinodalidad: discernimiento colectivo, liderazgo participativo y fraternidad.
El segundo día, los frailes se reunieron para la oración de la mañana y una celebración eucarística presidida por Fr. RJ Abada OFM. En su homilía, Fr. Abada desafió a los frailes a ser pastores compasivos y solidarios entre sí y con las comunidades a las que sirven. Siguieron reflexiones en grupo y sesiones plenarias, que fomentaron el diálogo y una comprensión más profunda del tema de los ejercicios espirituales. Uno de los momentos culminantes del día fue la charla de Fr. Jason Laguerte, párroco y co-secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal para la Nueva Evangelización de la CBCP (Conferencia Episcopal de Filipinas). Basándose en el Documento de Bangkok de la 50ª Conferencia General de la FABC (Federación de Conferencias Episcopales de Asia), Fr. Laguerte exploró la esencia de la sinodalidad como un camino de esperanza compartida. La jornada concluyó con una Adoración Eucarística presidida por Fr. Keith Manaig OFM, que ofreció un espacio tranquilo para la reflexión personal.
El tercer día se centró en la profundización de la fraternidad y el crecimiento espiritual. La Eucaristía fue celebrada por Fr. Esmeraldo Enalpe OFM, que planteó la desafiante pregunta: “¿Seguimos siendo hermanos?”. Su homilía exortó a los hermanos a manifestar el amor fraterno y la confianza en la guía de Cristo. El día también marcó la celebración del cumpleaños de Fr. Ronald Factor OFM. Las charlas pronunciadas por Fr. Cristino Pine OFM, exploraron las raíces bíblicas de la sinodalidad y el cuidado franciscano de la creación, destacando las ideas de su próximo libro, Palabra de esperanza para la tierra que gime. La jornada concluyó con el rezo solemne del Vía Crucis, en el que se reflexionó sobre el camino redentor de Cristo.
El cuarto día coincidió con la celebración nacional inaugural de la Fiesta de Jesús Nazareno. El día comenzó con una celebración eucarística presidida por Fr. Domingo Resurrección OFM, quien abordo en su homilía los urgentes desafíos del 2025, como la corrupción política, los supertifones y la pérdida de vocaciones. Animó a los frailes a sacar fuerzas del Nazareno, cuya encarnación significa solidaridad con el sufrimiento humano.
El Ministro provincial, Fr. Lino Gregorio Redoblado OFM, pronunció el discurso principal del día, en el que reflexionó sobre el tema del retiro y subrayó la importancia de la escucha, la autoridad y la inclusión en el camino sinodal. Fr. Redoblado también vinculó estos temas a la llamada franciscana a cuidar de la creación, especialmente a la luz del próximo 8º centenario del Cántico de las Criaturas. La jornada incluyó debates en pequeños grupos, una sesión plenaria y una liturgia penitencial con confesiones individuales, fomentando la renovación espiritual y profundizando los lazos fraternos.
Los ejercicios concluyeron con la celebración eucarística presidida por el Ministro provincial: en su mensaje final, Fr. Redoblado exhortó a los hermanos a encarnar el tema de los ejercicios en sus ministerios, llevando el espíritu de sinodalidad y esperanza a sus vidas cotidianas.
Los ejercicios espirituales de este año, marcados por momentos de reflexión, oración y comunidad, reforzaron el compromiso de los hermanos con su vocación y misión, y sirvieron como testimonio de su unidad y fe como peregrinos franciscanos de la esperanza.
Fr. Nikko Alfredo Sunga, OFM
