Después de su Visita en Togo, el Ministro general, Fr. Massimo Fusarelli, y el Definidor general, Fr Víctor Quematcha, continuaron su visita a la Provincia del Verbo Encarnado en Costa de Marfil, del 23 al 26 de febrero.
Los Hermanos visitaron diferentes regiones y fraternidades del País, siendo recibidos siempre con alegría y mucho entusiasmo por los hermanos y hermanas de la Familia Franciscana. Viajaron a la región de Koumassi, y luego se dirigieron la ciudad de Abiyán, sede del gobierno, donde visitaron el Instituto Misionero Católico. Luego visitaron la fraternidad “San Silvestre” de Yopougon Andokoi, aquí la reunión se dio cita en un hermoso entorno verde, bajo árboles de caucho, hasta el punto que el Ministro exclamó: “¡Aquí estamos en la fraternidad ecológica!” En este lugar, Fr. Massimo visitó la capilla de la “Santa Faz”, después dio la bendición a los hermanos estudiantes y les entregó una Tau como gesto de aliento en su formación.
Tras una breve escala en la Parroquia de San Andrés Kagwa, confiada al cuidado pastoral de los hermanos de Andokoi, se dirigió al monasterio de Santa Clara de Abobo-té, donde rezó las vísperas junto con las hermanas clarisas. Durante la oración y meditando sobre la experiencia de la transfiguración, el ministro invitó a los presentes a pasar de la soledad del desierto a la edificación de la fraternidad: «Es juntos, en fraternidad, como nos dejamos iluminar por Cristo victorioso por encima de los sufrimientos y de la muerte; es juntos, en fraternidad, como aprendemos a escuchar al Hijo amado del Padre».
En los siguientes días, Fr. Massimo recibió a una delegación de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción, y después visitó la Parroquia de San Esteban en Koumassi, donde presidió la celebración eucarística. El Ministro general subrayó en su homilía que todos somos hijos predilectos del Padre, porque Dios nos ama de manera única; al igual que Francisco de Asís, «todo cristiano está invitado a encontrar en las palabras de Jesús la medida de sus pensamientos, de sus acciones, de su vida».
Al finalizar la Eucaristía, Fr. Massimo se reunió con los hermanos y hermanas de la Orden Franciscana Seglar y concluyó la visita inaugurando y bendiciendo la estatua de San Esteban ofrecida a la Parroquia por algunos bienhechores locales.
