Del 23 al 27 de enero, todos los Ministros provinciales y Custodios de América Latina se reúnen en Sao Paulo, Brasil, para agradecer al Señor el don de nuestra vocación franciscana al inicio de este Centenario, verificar el camino actual de la Orden en ese Continente y mirar hacia el futuro. Los hermanos del Definitorio general participamos también para compartir con nuestros hermanos Ministros y Custodios la vida y la misión de ese gran Continente.
La realidad varía bastante en los diferentes países donde estamos presentes, y los hermanos viven a menudo en los nudos más importantes, como son el cambio cultural que se está viviendo, los impulsos para una mayor toma de conciencia de los diferentes pueblos, las formas de desigualdad y pobreza generadas por la injusticia, el desplazamiento de los migrantes, la cuestión ecológica, con especial referencia a la Amazonia, la proliferación de diferentes comunidades religiosas y cristianas que ven a los católicos en una nueva posición, empujados más allá de sí mismos hacia una evangelización renovada.
En esta realidad, los desafíos son muchos y exigen de los hermanos la capacidad de saber leer los signos de los tiempos para reconocer las acciones que pueden transformar la realidad con la fuerza del Evangelio. Si en el continente se ha hablado de un “tiempo perdido” para su desarrollo, al mismo tiempo nos llega desde aquí una invitación a la esperanza, para que no perdamos el contacto con los hombres y mujeres que cada día viven en situaciones diferentes, a menudo marcadas por la injusticia y la pobreza, en la búsqueda de la paz y de la convivencia fraterna.
En este camino, queremos seguir participando en el crecimiento de la Iglesia como fraternidad hospitalaria para muchos, y también para diversos actores de la sociedad civil en donde colaboramos. En América Latina, la misma vida religiosa está llamada a repensarse, en contacto con la realidad a la escucha del Evangelio, corazón del carisma franciscano.
En un camino sinodal como Hermanos Menores en América Latina, queremos renovar nuestra visión y abrazar nuestro futuro a partir de la identidad franciscana de hoy en torno a la realidad de América Latina, para no repetir los patrones del pasado, sino mirar con valentía y pasión el futuro que ya ha comenzado.
Fr. Massimo Fusarelli
Ministro General OFM
