Con motivo de las celebraciones por los 500 años de presencia franciscana en México, el 21 de mayo Fr. Massimo Fusarelli, Ministro general de la OFM, se reunió con las Hermanas Clarisas de la Federación de Nuestra Señora de los Ángeles en México.
Acompañado por Fr. Joel Cosme, Ministro de la Provincia del Santo Evangelio, y por algunos miembros del Definitorio general, Fr. Massimo, después de ser acogido con afecto por las hermanas, leyó la Última Voluntad para Santa Clara y sus hermanas (tomada de los escritos de Francisco), de donde partió para una reflexión sustancial: el carisma, el seguimiento del Evangelio, la pobreza de Jesús, la Virgen María y la perseverancia fueron los temas principales.
Posteriormente las hermanas presentaron sus fraternidades al Ministro general.
En su discurso, Fr. Miguel Ángel Berrocali, OFM, asistente espiritual de nuestra Federación, expresó la importancia de la formación inicial y permanente, promovida a través de cursos de distinta índole en la Federación. Fr. Massimo añadió que la formación es una prioridad en la vida: no es un proceso temporal, sino continuo y permanente, porque todos estamos siempre en formación. Aunque en nuestras Fraternidades asignamos específicamente a una persona para formar a las nuevas vocaciones, en realidad todos somos responsables de ello, pues esto sucede sobre todo con el testimonio, la oración, el silencio, la interiorización y la escucha de la Palabra de Dios; esto se refleja en nuestras relaciones dentro de la fraternidad, y de ese modo también damos un testimonio de Jesucristo al mundo que busca hacernos resonancia con sus necesidades.
Por tanto, la formación debe estar encaminada a lograr los siguientes elementos: calidad de vida de oración, calidad de vida fraterna y calidad de vida evangelizadora. Esta formación debe ayudar a forjar en cada una, una personalidad adulta capaz de vivir los sentimientos de Cristo.
El encuentro continuó sobre el tema de las Constituciones Generales de la Segunda Orden, que por primera vez en su historia las hermanas están escribiendo. Sor Mónica Isabel Gonzáles, OSC, Presidenta de la Federación, dijo que, al ser parte de la comisión que lidera este trabajo, ha visto una gran participación de las hermanas al contestar los cuestionarios y que tiene mucha confianza en este proyecto, pues ayudará a resolver las problemáticas actuales que se enfrentan cada día.
El Ministro general, que sigue el trabajo, confirmó que una de las mayores dificultades que viven actualmente las Clarisas no es la clausura, sino el trabajo, que muchas veces excede sus límites y reduce su tiempo.
Algunas monjas compartieron su opinión, especialmente respecto al tema de la clausura: dijeron que a veces hay cierto temor a ella, infundido por un desconocimiento de lo que ella conllevay significa en el modo de vida. También mencionaron que es importante acompañar a las hermanas para llevar a plenitud su vocación, no viendo la clausura como un impedimento, sino como el lugar propicio para que se pueda realizar.
Fr. Massimo intervino recordando que para las Clarisas la clausura no es una opción, porque Santa Clara eligió vivir así y fue, es y seguirá siendo un escándalo y una locura para el mundo. Para Clara la reclusión no fue una imposición, sino una opción que ella eligió libremente, y la Segunda Orden no puede contradecirse. Allí encontró el lugar para entrar en intimidad con Cristo y para realizarsu misión evangelizadora.
Para las hermanas fue una experiencia grata, porque fue como si el mismo Francisco las animara a seguir viviendo el carisma franciscano-clareano, a continuar firmes en su fe y en la vocación, a entregarlo todo cada día por amor al Crucificado.
Con la contribución de la Federación de Hermanas Clarisas de Nuestra Señora de los Ángeles en México
