¡El Señor les dé la paz!
Me dirijo a ustedes, en nombre de todos los Hermanos de la Orden, con una palabra que quiere expresar toda nuestra solidaridad en este momento de dramático sufrimiento por el terremoto que ayer sacudió la capital mexicana y otras ciudades de diferentes estados en México. Este acontecimiento ha profundizado el dolor ya vivido por el terremoto del pasado 7 de septiembre, el cual afectó también otras áreas de la querida Nación Mexicana. Todos unidos, en comunión de Espíritu, queremos orar por aquellos que han perdido la vida a causa de esta terrible tragedia, por los heridos, y sus familias, y por tantas personas que han perdido sus bienes, quedando a la merced de los corazones generosos y solidarios. De manera especial, queremos unirnos a ustedes, hermanos de las Provincias que viven y desarrollan su servicio pastoral en las zonas afectadas, como también a quienes están comprometidos con las operaciones de rescate y, naturalmente, a las familias de ustedes. Esperamos que puedan afrontar este momento con fe y fortaleza y solidaridad. Que el Dios compasivo y misericordioso les sostenga y bendiga, y la intercesión de la Bienaventurada Virgen María y de nuestro Seráfico Padre San Francisco les asistan y acompañen. Fraternalmente, Fr. Michael A. Perry, OFM Ministro general y siervo Prot. 107829
