En solidaridad con el pueblo que sufrió el violento terremoto que sacudió la región de Marrakech, en Marruecos, el pasado 8 de septiembre, el Ministro general de la Orden de los Hermanos Menores, Fr. Massimo Fusarelli, Invita a las hermanas y hermanos de buena voluntad a apoyar la recaudación de fondos lanzada por la Fundación OFM Fraternitas.
"Como Hermanos Menores estamos en Marruecos desde hace 800 años - es el mensaje del Ministro - siempre cerca de ese pueblo, entre y con los marroquíes. Esta presencia, desde los tiempos de San Francisco y Santa Clara, nunca ha faltado en 8 siglos y hoy, aún más, estamos llamados a ayudar y sostener al pueblo marroquí".
Los frailes ya están ayudando a llevar productos de primera necesidad a las víctimas del terremoto, pero son necesarios alimentos, agua y medicamentos sobre todo en las zonas rurales más afectadas por el terremoto.
El Custodio de la Custodia de los Ss. Protomártires de Marruecos, Fr. Stéphane Delavelle, OFM, compartió el trabajo que los frailes del lugar ya están haciendo: "La parroquia de los Santos Mártires de Marrakech, dirigida por los Hermanos Menores, sostiene desde hace muchos años a las familias marroquíes monoparentales y a las familias subsaharianas migrantes. Muchos edificios y viviendas se han derrumbado en el centro histórico de Marrakech y sobre todo en las zonas de montaña, de difícil acceso. En la región montañosa del Atlas la temperatura nocturna no supera los 4°C y pronto llegarán la nieve y el frío: la población, ahora y en un futuro próximo, necesita ayudas aún más vitales. Creemos que es nuestro papel, como franciscanos y como familia franciscana, pensar y proveer a estas personas".
Los Hermanos Menores están presentes en Marruecos desde 1219. Francisco y Clara habían expresado el deseo de llevar el Evangelio al mundo islámico; después del encuentro en Damietta con el sultán Malik Al-Kamil en octubre de 1219, el Capítulo general decidió enviar a Marruecos a 5 frailes italianos: Berardo de Calvi, Accursio y Adiuto de Narni, Ottone da Stroncone y Pietro da San Gemini; murieron mártires en Marrakech el 16 de enero de 1220. El canónigo agustino Fernando de Lisboa, después de ver las reliquias de sus cuerpos destrozados, decidió entrar en la Orden y tomar el nombre de Antonio: era S. Antonio de Padua, hoy venerado en todo el mundo.
