«El Señor me dio de esta manera a mí, hermano Francisco, el comenzar a hacer penitencia: porque, como estaba en pecados, me parecía extremadamente amargo ver a los leprosos. Y el Señor mismo me condujo entre ellos, y practiqué la misericordia con ellos. Y al apartarme de los mismos, aquello que me parecía amargo, se me convirtió en dulzura del alma y del cuerpo…» (Test 1-3).
Agradecemos a todos los hermanos, de parte del Ministro general, que respondieron a su invitación de compartir con los más necesitados, cada uno desde la realidad en la que vive. Agradecemos también a los hermanos que realizan como parte de su apostolado el servicio a los pobres, que a veces trasciende de servir a vivir entre los pobres y necesitados. En el contexto de la celebración del 800 aniversario de la Regla, este gesto ha sido también una forma de renovar la profesión de ser hermanos y menores entre los menores.
Compartimos con ustedes algunos testimonios que han enviado al Ministro general:
Como comunidad parroquial tenemos varios servicios para prestar ayuda concreta a los pobres. Tenemos la bodega solidaria “Número 153”, que recuerda el episodio de la pesca milagrosa del Evangelio de Juan. Esta despensa solidaria está abierta todas las semanas para las numerosas familias y personas de nuestra parroquia y de fuera de ella. Con turnos preestablecidos durante el mes, vienen a hacer sus “compras”: no preparamos una despensa para entregar, sino que la gente entra en la bodega solidaria organizada con estanterías como un supermercado y coge lo que necesita.
Además, en colaboración con la Iglesia Madre de Francavilla Fontana, tres veces por semana ofrecemos el almuerzo a través del comedor: esto nos permite experimentar de primera mano lo que significa vivir en la pobreza y la soledad - entre estos hermanos hay personas separadas, viudas y con situaciones difíciles a sus espaldas.
El 19 de noviembre, Jornada Mundial de los Pobres, celebramos la Santa Misa, presidida por Fr. Giancarlo Maria Greco, en presencia de la comunidad parroquial y de las personas que vienen a comer al comedor social. Durante la celebración recordamos a nuestro hermano Tommaso, que venía todos los días en bicicleta desde un pueblo vecino para comer un plato caliente, quien fallecido hace unos meses. Inmediatamente después nos trasladamos al Salón Parroquial para compartir un almuerzo comunitario con nuestros hermanos y hermanas del comedor.
Fr. Giuseppe Pio Abbruzzese, Prov. de la Asunción de la BVM de los Frailes Menores de Lecce (Italia), en nombre del Guardián y Párroco Fr. Giancarlo Maria Greco y de la Fraternidad del Convento - Santuario - Parroquia “María Santísima de la Cruz” de Francavilla Fontana (BR - Italia).
Paz y alegría desde Kinshasa, República Democrática del Congo. La Fraternidad Nacional de la OFS presta servicio en la prisión central de Makala: diseñada para albergar a más o menos 1.500 reclusos, hoy esta prisión alberga a más de 14.000 hombres, mujeres y jóvenes.
Desde 2008 estamos presentes en este sitio para salvar a muchas almas en peligro. Cada año hemos logrado aportar nuestra contribución franciscana seglar para liberar a unos 200 presos de detenciones irregulares e ilegales.
Por desgracia, la situación humanitaria y jurídica de las personas detenidas es catastrófica. Nuestra tarea consiste en escuchar a las personas que nos plantean sus problemas y ayudarles en la resolución de litigios siempre que sea posible.
Noël Nkodia, OFS República Democrática del Congo
Siguiendo la sugerencia del Ministro general, aceptamos la invitación de acoger a un joven de Siria que llegó a Italia a través del corredor humanitario apoyado por la comunidad de San Egidio. Estamos a la espera de que el responsable nos informe de la llegada del joven, que permanecerá con nosotros entre 12 y 18 meses. Además, sirviendo como fraternidad en la cárcel de Latina, aceptamos la petición de una joven presa, madre de dos niñas, de poder poner a su disposición una habitación de la parroquia para que pudiera reunirse con sus hijas en condiciones de seguridad y pasar un día tranquilo con ellas.
Fr. Stefano Marsili, Parroquia “Inmaculada Concepción de la BVM” (Latina, Italia)
A través de los Proyectos Sociales Solidarios Buen Jesús (en curso desde 2016) y FAE Social (en curso desde 2018), el Grupo Educativo Buen Jesús ha buscado movilizar a Hermanos, Profesores y Alumnos para promover el humanismo solidario entre los desfavorecidos, los pobres, los sintecho, los recolectores de materiales reciclables, los huérfanos en sus orfanatos, los ancianos, los enfermos de cáncer, entre los “otros Cristos” de la sociedad actual en la que vivimos.
Desde mediados de octubre de este año hasta hoy, hemos estado movilizando acciones de solidaridad en favor de los pobres y necesitados. En cuanto a los alimentos donados a los pobres (huérfanos y ancianos en residencias), hasta el 18 de noviembre hemos conseguido reunir 6.366 kilos, que hemos entregado a familias pobres, ancianos, niños huérfanos, mujeres con cáncer y personas sin hogar.
Fr. Claudio Gilz, Coordinador del Proyecto de Solidaridad del Colegio Franciscano Buen Jesús Social y de la FAE - Centro Universitario de la Provincia de la Inmaculada Concepción en Brasil
En la Jornada Mundial de los Pobres, después de la misa, un grupo de hermanos y voluntarios salieron a las calles cercanas al convento e invitaron a hermanos y hermanas sin techo a comer en nuestro comedor, junto con la fraternidad. Vinieron 50 hermanos y hermanas y fue agradable compartir la comida. Incluso los hermanos se sintieron conmovidos por la iniciativa: Fr. Geraldo Hagedorn, de 93 años, participó con alegría y luego comentó: «¡Fue un comportamiento muy evangélico!».
El 16 de diciembre tendremos un almuerzo similar para celebrar la Navidad
Fr. Gustavo Wayand Medella, en nombre del Guardián Fr. Walter Ferreira Junior, Convento San Antonio, Rio de Janeiro (Prov. Inmaculada Concepción BVM en Brasil).
Un gesto concreto para ayudar a las personas con dificultades: la Cosecha de Alimentos promovida en la región italiana de los Abruzos. Compartir, gratuidad y solidaridad son los criterios a los que han respondido tantos, incluso aquellos que sólo pueden dar una pequeña contribución, pero hecha de corazón. Los frailes del convento de Lanciano han participado en esta colecta, recogiendo la voz de los que donan y también de los voluntarios.
Fr. Nando Simonetti, Guardian, y Fr. Francesco Concato, párroco de San Antonio de Lanciano (provincia de San Buenaventura, Italia), con los demás hermanos.
Fr. Ivan M., de la Provincia de San Antonio, en Italia, vivió una peregrinación de ocho días con tres laicos a pie y confiando en la Providencia. Ivan cuenta que “a lo largo de la costa de Liguria, preguntamos a un verdulero si tenía fruta de desecho para darnos de comer, y Aziz de Marruecos, nos dio dos sacos llenos de fruta. Con gratitud, le saludamos, agradeciéndole su generosidad, y continuamos nuestro camino. La fruta era muy abundante, así que decidimos parar con algunos no europeos en unos bancos y comer con ellos lo que teníamos; al continuar nos encontramos con otros para compartirla y dimos un poco a otros pobres que encontramos por el camino. Sin saberlo, Aziz había multiplicado cinco panes y dos peces, alimentando a tanta gente. Fue quizá la primera vez que sentí que estaba viviendo realmente el Evangelio y compartiendo con los pobres unos alimentos recibidos como regalo de la Providencia, que aquel día se llamaba Aziz, probablemente musulmán.
El domingo 13 de noviembre, preparé el almuerzo con un hermano para nuestra fraternidad y luego fui a comer con una familia cuyo padre asiste ocasionalmente a nuestra iglesia y reparó gratuitamente una ventana rota.
Almorzar con ellos fue un momento especial para compartir, escuchar, de compromiso y gratitud mutuas. Esta familia acogió a una persona pobre para almorzar con ellos y así vivieron maravillosamente la Jornada Mundial de los Pobres.
