Entrega total a Dios
Para seguir más de cerca las huellas de Jesucristo y observar fielmente el santo Evangelio, los Hermanos Menores viven la alianza con Dios consagrándose totalmente a él en la Iglesia, mediante la profesión religiosa, para el bien de los hombres (cf. CCGG 5 §§ 1‑2).
El Hermano Menor está llamado a «observar el santo Evangelio viviendo en obediencia, sin nada propio y en castidad» (Rb 1, 1), ayudado por la gracia del Señor y por el vigor de la caridad fraterna, según el espíritu de san Francisco.