Roma, Italia, a 8 de diciembre de 2024.
Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, Reina de la Orden
Casi tres años y medio después del Capítulo General de 2021, he considerado oportuno ofrecer a los hermanos de la Orden una visión de nuestra situación actual. Una lectura que siento obligada, porque se me ha confiado un servicio a restituir en Pentecostés del 2027, y es bueno que los hermanos se enteren de cómo estamos escuchando a la Orden en el mundo como Definitorio general y servicios de animación de la Curia, para desarrollar lo que el Capítulo General nos ha confiado.
He releído con calma la Carta de Pentecostés del año 2000 de Fr. Giacomo Bini, entonces Ministro general, La Orden hoy, y la he encontrado muy actual. Ahora me pregunto, después de haber escuchado a muchos de ustedes, dónde nos encontramos y cuales perspectivas se abren ante nosotros.
Antes que nada, doy gracias al Altísimo y buen Dios por todos ustedes, amados hermanos, por el bien que veo sembrado entre nosotros y que muchas veces no logramos ver, y aun así, ahí está. Agradezco la humilde fidelidad de tantos hermanos en edad avanzada, el entusiasmo de los jóvenes, las ganas de recomenzar de varios hermanos maduros, las luchas que muchos sostienen en aras de una dolorosa fidelidad, el compromiso de muchos al lado del pueblo y de los pobres. Agradezco también por el camino tipo “sinodal” que está en marcha en la Orden gracias a los Capítulos de las Esteras que se están celebrando en muchas Entidades y que culminarán en el Capítulo Internacional de las Esteras del 1 al 8 de junio de 2025 en la Porciúncula y posteriormente en el Consejo Plenario (8-11 de junio de 2025). Sentarnos junto a los laicos y religiosas franciscanas para escuchar lo que el Espíritu nos dice es una novedad para nosotros, estoy seguro que nos dará muchos frutos.
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