El 16 y 17 de septiembre se celebró en el Alverna el VIII Centenario de la Impresión de las Llagas de San Francisco, ante la presencia de la Familia Franciscana, de las instituciones religiosas, civiles y militares de la zona y de numerosos peregrinos.
Las celebraciones dieron inicio el lunes 16 con el rezo de las Primeras Vísperas en la Basílica. Tras la catequesis de Mons. Andrea Migliavacca, Obispo de la Diócesis de Arezzo-Cortona-Sansepolcro, en la iglesia parroquial de Chiusi della Verna, los fieles se dirigieron al Santuario para la celebración eucarística presidida por Fr. Massimo Fusarelli, Ministro general de la Orden de los Hermanos Menores.
En su homilía, con citas de los escritos de san Buenaventura (cuyo 750 aniversario de muerte se cumple este año), Fr. Massimo subrayó el cómo Francisco buscaba participar completamente en la vida de Cristo, clave para comprender en profundidad la vida del Poverello: «Los estigmas nos hablan de un conocimiento de Cristo que es un fuego ardiente. Esto ilumina y calienta una vida cristiana a menudo tibia y repetitiva, en la que parece imposible entregarnos por entero al Señor. Cuánto nos conformamos, cuánto tememos entregarnos a Jesucristo, que “no nos quita nada y nos lo da todo”, como ha dicho tan inspiradamente Benedicto XVI». La experiencia de los estigmas cambia profundamente la vida de Francisco, que se abre a los estigmatizados del tiempo, de cada tiempo, en el que la guerra y la violencia parecen ganar a la humanidad: «Me parece que aquí está la mayor prueba para nuestra fe hoy. No la evitemos. Entremos en ella», concluyó el Ministro, recordando que Cristo resucitado transforma toda herida en luz.
El 17 de septiembre, la fiesta litúrgica de la Impresión de las Llagas comenzó con el rezo de Laudes, presididas por el Vicario general OFM, Fr. Ignacio Ceja. Posteriormente, en presencia del estandarte del Ayuntamiento de Florencia (históricamente vinculado al Alverna por un antiguo patronazgo), se celebró solemnemente la Eucaristía presidida por el Ministro general, quien destacó durante su homilía la humildad y la caridad de Francisco, cuyos estigmas nos recuerdan a todos nosotros y a toda la Iglesia que se puede recomenzar desde aquellas heridas, convirtiéndose en servicio humilde a los que sufren hoy.
Como cada día en el santuario, a las 15:00 horas se rezó la Hora Nona, seguida de la procesión hasta la Capilla de los Estigmas, donde los frailes recuerdan durante el rezo ese don de amor de Cristo pobre y crucificado que llevó a Francisco a una nueva vida, seguida de la bendición con la reliquia de San Francisco en la plaza del santuario. A continuación, el Guardián del Alverna hizo entrega al Guardián de San Damián de un ejemplar del Cántico de las Criaturas, como “pase de estafeta” para el nuevo Centenario que la Familia Franciscana celebrará en 2025.
La jornada concluyó con la celebración de la Santa Misa en presencia de la Conferencia Episcopal Toscana y el rezo de las solemnes Segundas Vísperas en la Basílica.
Con estas celebraciones se clausuró el Centenario de los Estigmas. Fr. Livio Crisci, Ministro de la Provincia de San Francisco de los Estigmas, agradeció a toda la Familia Franciscana la realización de este Centenario, que ha visto a miles de peregrinos acudir al Santuario y a muchos participantes tomar parte en las iniciativas organizadas en la región de Toscana y apoyadas por franciscanos de toda Italia y de fuera de ella.
Leer la homilía del Ministro General (16 de septiembre) Italiano - Español
Leer la homilía del Ministro General (17 de septiembre) Italiano - Español
Descargar la Oración a San Francisco en la Capilla de los Estigmas Italiano - Español